sábado, 12 de abril de 2014

Atril con decoupage.

Una de las primeras cosas que hice cuando empecé a trabajar fue comprarme un atril. Para estar en la oficina delante de un ordenador toda la mañana, lo mejor es tener el atril al lado de la pantalla para colocar todo el papeleo y no fastidiar el cuello.

Lo compré, cómo no, en los chinos. Era de madera normal, sin lijar ni barnizar. Así que manos a la obra; busqué un papel bonito de tonos claro y no muy cantoso para que no desentonara en la oficina.
Con cola blanca con agua y pegando el papel con cuidado,  el resultado fue este atril tan chulo.




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