sábado, 15 de septiembre de 2012

A mi querida hermanita

Para inaugurar este blog lo voy a hacer dedicándole unas palabras a la personita más importante que tengo; mi hermana Marta.

Sé muy bien que yo para ella no soy más que la plasta de su hermana mayor que no hace más que intentar darle consejos y preguntarle cómo le va la vida, y esto no es mas que, de alguna manera, me siento un poco mal al estar viviendo fuera de casa, lo que implica que no esté al lado suya tanto como quisiera.

Soy la plasta que cada vez que llego a casa la coge por banda y la intenta achuchar, cosa que a ella no le agrada, y tengo que decir que lo siento pero es un impulso irrefrenable.

Me encantaría ser una hermana mayor ejemplar, pero eso no está al alcance de mis manos y nadie puede ser perfecto. Sí me gustaría que llegue algún día en que las dos podamos hablar de igual a igual, y no es que seamos diferentes, si no que la edad influye mucho, teniendo muy presente que cada vez se nota y se notará menos.

Sé que para tí soy la hermana que vive fuera y que de vez en cuando va por casa, y la que te está siempre dando la vara diciéndote que voy a estar ahí siempre. Todo esto te debe de aborrecer porque lo noto, pero algún día espero que te des cuenta de que lo que siempre te digo es verdad.
Muchos años de diferencia que hacen que no podamos ser como las que se llevan un par de años que pueden tener las mismas vivencias al mismo tiempo,  pero tengo que decirte que intento hacerlo lo mejor posible. 

Cuando me enfado contigo es lo peor que me puede pasar, porque odio estar mal contigo, el mundo se me viene abajo y es que, ¿qué esperar de la vida si no están bien las cosas con mi hermana?, pero a veces es necesario, y sé que tú en estos momentos estás viviendo la vida y descubriéndola al igual que yo hice a tu edad, y en cierto modo me frustro ante la idea de que no te preocupa el estar o no enfadadas porque simplemente estás a otra cosa (y con esto no digo nada malo), y espero que algún día te des cuenta que soy más que una persona que va a casa de vez en cuando, ya que te ayudaré ante todo, ante cualquier cosa que te pase, sin juzgarte, sólo mostrándote que estoy a tu lado e intentar que las cosas mejoren, que nunca jamás estarás sola, porque si miras a un lado, ahí estaré yo para lo que necesites. 


Te quiero mucho Carrolas. Aunque no me veas, siempre estaré contigo.